Porque cuando uno mira hacía atrás puede ver todo aquel camino que a recorrido y sentirse orgulloso, también puede avergonzarse o sentirse mal por todo aquello que dejo tirado, por las personas que olvido y por todo aquello que perdió.
Es por eso que los psicólogos recomiendan nunca mirar para atrás, pero no les hagan caso, miren, y vean todo lo que fueron capaces de hacer, de avanzar, miren el camino que les falta por recorrer y siéntanse todavía mejor, porque por más largo que parezca ese camino serán capaces de recorrerlo a paso firme, flaqueando en ocasiones e incluso agonizando aunque sea una exageración, incluso podrán morir varias veces y tocar fondo y quedarse ahí por unos días. Pero tengo la seguridad de que levantarán la vista, respirarán profundo y volverán a ese sendero de fascinación que es la vida y el eterno ir y venir de sus sorpresas.
Miren siempre hacía atrás, algunas cosas dolerán por haberlas dejado ir pero era necesario, vosotros mismos saben que con aquella cosa o persona su vida sería una serie interminable de lamentos a llanto ahogado.
Y cuando se sientan tristes por ello, pueden hacer dos cosas, preferentemente las dos, sentirse felices por tener el valor de haber dejado lo que ya los serviría para continuar en busca de sus camino, y por haber aprovechado al máximo todo aquello que tuviste mientras pudiste aprovecharlo.
Y mirar hacía tu alrededor y ver todo aquello que tienes en este momento y todo aquello que has conseguido, tener por seguro que lo mereces, porque lo mereces, porque trabajaste interminablemente por conseguirlo, y porque es el fruto de todo el esfuerzo que le imprimes a todo lo que haces en la vida.
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