En ocasiones ya no sé ni qué decir.
No obstante,
Hay veces en que lo que no puedo hacer es callar,
cerrar la boca un rato.
Y hablo y hablo
y sigo hablando.
Hablo más todavía,
lo peor es cuando
me pongo a hablar conmigo,
porque nunca me canso de escuchar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario