No sé, aveces, siendo tan común,
por qué no dejo de pensarlo.
Mire sus ojos cafés.
Tan cafés como todos los ojos de todos los hombres de toda la tierra.
Tan cafés como todos los ojos de todos los hombres de toda la tierra.
Y su mirada es tan pura, tan reconfortante,
su mirada es el reflejo de su alma;
su alma limpia y pura,
tan común como ninguna.
Esa sonrisa tan bella.
Luminosa como cualquier luna de septiembre.
Esos labios que usted tiene
y que adornan su sonrisa,
o a la inversa,
cómo saber si sus labios le adornan la sonrisa
o la sonrisa le adorna los labios,
¿cómo saberlo?,
sólo soy la dama que le quiere,
sólo soy la dama que lo adora.
Su voz, tan común,
más común aun que todo lo anterior,
como la de cualquier cantante de rock de esos que te erizan la piel,
tan provocadora esa voz suya,
que será la causante de tantas cosas que ocurrirán entre nosotros.
que será la causante de tantas cosas que ocurrirán entre nosotros.
Y todo lo que tiene usted, eso que sé tienen todos los demás,
Al ser de usted me encanta.
Todo lo que usted dice y hace es tan especial para mí.
Pero usted es tan común.
Poema escrito por: Jenifer Pérez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario