Entonces se parte también mi corazón.
Cuando una cae una piedra; al mirar tú no estás.
Entonces una parte mi alma quiebra.
Lo que siente en el río el perro que se ahoga;
es lo que siente este perro en el río de tu ausencia.
¿Cuánto tiempo más, cuánto más he de pasar sin ti?
Uno, dos, tres días. Cinco, seis, siente años...
(Date prisa Dios, llévame junto a mi musa,
tráela aquí a mi lado antes de que ya no tenga razón,
que mi corazón quede vacío, hazme estar con ella,
antes de que mis pensamientos ya no sirvan sino para lamentar esta miseria.)
Quisiera decirte como no tenerte me destroza en las entrañas;
pero no puedo, por que es tan inefable el sentimiento de tu ausencia;
esta lejanía de ti mi ata de manos, quisiera correr hasta ti
pero mis píes ya no responden.
(Dios, dame la fuerza, tú eres grande y tu bondad todavía más,
permite que la esperanza que me das pueda más que el suplicio
que me invento.)
Quiero verte contenta,
uno de estos días, cuando por fin venzamos la distancia,
voy a tomar tu cintura, besaré tus labios y seré dichoso.
Sé que es inevitable, pero soñaré con no apartarme de ti otra vez.
Hoy en día, con tu vida y con la mía, eso es imposible,
pero no lo será por siempre, y entonces; seremos.
Como una muralla que no se puede escalar,
estar frente al pelotón de fusilamiento.
Es como una vía abandonada; ya sin trenes.
Es como morir a secas.
Instagram photo: mitch_geiser |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario