miércoles, 14 de enero de 2015

La tristeza de los cuentos infantiles

Es tan irritante esta tormenta, esta tormenta es lluvia y no irrita en sí misma, lo irritante es pensar que el cielo llora, porque el cielo es hermoso y todos lo quieren, ¿entonces porque mierda está llorando? Pero de lo irritante pasa a lo conmovedor, a lo trágico, a lo empático, a lo épico, es tan épico pensar que el cielo llora porqué yo también lo hice ayer, en mi cama, antes de dormir, lloré por pensar en vos y en tu carita dulce, bella y armoniosa, que jamás hace el gesto de estar pensando, me encantaría un día, ver en tu rostro de pensar, sean cuales sean tus pensamientos, la inmortalidad del cangrejo (que perdón que te truene la burbuja pero, el cangrejo es tan mortal como un niño con pelota), o tu uña rota, que se rompió tras la caída que te provocó una piedra que tus bellos ojos grises no vieron cuando ibas caminando para verme porque estabas triste, yo siempre te hago reír con mis estupideces (porque vos así las llamas), y estabas triste porque el lobo se comió a la abuela de caperucita y fue tan triste, realmente melancólico para vos, que decidiste que no valía la pena leer el resto, y sorbiste tu café, que estaba sobre la mesa, esa mesa que compraste hace tiempo para leer, y lo haces siempre, a mi me asombra como has leído tanto en esa mesa, y terminado tantos libros; pero siempre te han deprimido este tipo de cuentos, te deprimiste cuando el lobo le tiró la casa de paja al primer cochinito y dejaste el libro a su suerte; lloraste cuando blanca nieves mordió la manzana y no despertó, y no despertaría, porque para despertar necesitaba que su lectora terminara de leer y ni lo hiciste. Abandonaste a la cenicienta cuando lloraba porque no iría al baile y no fue.

O simplemente pensar en que lindo sería pensar en cualquier cosa de vez en cuando. Pero absorta, tanto que no percibas mi llegada, y así, al contemplarte completamente pensativa, pensar que tal vez vos pensás en mí.

Amo y odio tu inocencia.
Por ella me enamoré de vos y no me esfuerzo por amarte porque ya lo hago.
Pero por ella vos... vos no te das cuenta que te amo.



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