martes, 19 de septiembre de 2017

Bien o mal.

I

¿Qué demonios hago aquí? se preguntaba Pedro mientras se levantaba de la banca de mandera, un hombre tocaba la guitarra, un par de mujeres cantaban; Linda voz, lindas tetas. pensó, y hubo silencio, como si todos en el lugar hubiesen escuchado el pensamiento aquel, Oremos, dijo el hombre frente a todos, y todos oraron. Orar no sirve de nada dijo para sí.


II

-No sé muchas cosas, y hay también muchas cosas que sé pero no puedo explicar.
-Tú eres muy raro.
-¿Sabes?, en ocasiones un hombre puede decir infinad de frases y palabras bonitas, todas sin sentido, todas eludiendo algo, en ocasiones lo que pasa es que no se tiene el valor de pronunciar cuatro palabras, que pueden llegar a ser la mayor desdicha o placer.
-¿Eso puedes explicarlo?
-No. -Dijo Pedro, volviendo su mirada hacía gris del cielo y sintiendo el viento. Jenell había envuelto su cuerpo en el sueter de Pedro por aquel repentino soplo de Dios.
-Y cuando eres tú quien necesita decir esas palabras, ¿consigues ese valor del que hablas?
-Dios y yo somos amigos, le pido pocas cosas en la vida y hablamos poco, tal vez por eso me soporta; y cuando llega el momento de decir esas palabras, es presicamente ese valor lo que yo le pido. Si sale todo bien o mal ya es cosa suya, pero yo sólo quiero ser capaz de decir las cosas.
-¿Las has dicho alguna vez?
-Algunas; sí, pero ya no importa, ahora mismo busco la fuerza de hacerlo otra vez...


III

"Porque no del simple polvo sale lo que es perjudicial,
y del simple suelo no brota la desgracia.
Porque el hombre mismo nace para la desgracia,
como las chispas mismas vuelan hacia arriba."

-Palabra de Dios.

Pensó entonces que tal vez no fue tal mala idea asistir del libro de Job, uno de los mejores.   De todas maneras no es que no tuviera nada mejor que hacer el domingo que asistir a misa -aunque de hecho ese domingo no tenía, debía tener pensó-, porque no del simple polvo sale lo que es malo... claro que no, todo lo malo y jodido sale de todas partes, de todo lugar, de todo espacio, de todo tiempo "en el suelo simple que pisan tus pies no hay desgracia mayor a ti", Claro que Pedro era hombre triste, con su padre diciendo esa frase cada vez que fracasaba, no había un nuevo intento, no había otra oportunidad ni un tú puedes hijo, había desgracia, y ésta no provenía, brotaba, tú mismo eres la desgracia, se dijo a sí mismo a falta de su padre y derramó lágrimas, un hombre entregado a Dios pensó al mirarle el sacerdote.

Desgracia, vine
a vivir a tu lado,
todo soy tuyo

Déjame morir
en tus brazos, soledad.
Déjame morir.


IV

 Cerró los ojos, ella sabía exactamente lo que estaba por suceder, pudo hacer o decir cualquier cosa para aligerar la carga de Pedro, y tal como hubiese hecho Dios, detuvo el tiempo y admiro el momento, y decidió dejar correr todo sin interceder, sólo para direvertirse.
 Tomó sus manos y supiró; abrió los ojos y la miró. -Jenell; tú me gustas- exclamó sereno.
 Ella se ruborizó. Más por la increduliad de que lo haya dicho que por el contenido de sus palabras.
 -No sé qué decir. -Repondió.
 -Salgamos el domingo. -Y ella aceptó.


V

-El cuerpo y la sangre de cristo.
-Amén.

-Ave María purisima.
-Sin pecado concebida.
-¿Cuáles son tus pecados?
-Me acuso de...

 Ha sido un camino largo para esta comunión, Dios, amor, haz que valga la pena.


VI

-No podremos salir mañana. -Escuchó Pedro desde el otro lado del audicular.
-Cabrón -dijo después de colgar, -¿acaso no es 16?, vamos pues a dar el grito.

VII

 "Poder ir en paz"
"Demos gracias a Dios"
Pedro bajo la mirada y dijo "Señor, librame de pecar", salió del templo.
VIII

-Cabrón, y esta mujer -había dicho a su amigo al despertar esa mañana.
-No sé, pero pensé que la ibas a romper, no era ni medianoche y ya la tenías como muñeca de papel.
-Voy a misa.
-¿Puedo tomar lo que quedó de ella?
-Has lo que quieras -respondió al salir: -todo salió mal esta vez -regunfuño para sí mismo.

IX

Miro el cielo azul y despejado de aquel precioso y soleado día.

Perfecto para estar enamorado pensó.

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