jueves, 31 de enero de 2019

¿Sabes como se siente la distancia?

Cuando se parte un limón; tú no estás conmigo.
Entonces se parte también mi corazón.

Cuando una cae una piedra; al mirar tú no estás.
Entonces una parte mi alma quiebra.

Lo que siente en el río el perro que se ahoga;
es lo que siente este perro en el río de tu ausencia.

¿Cuánto tiempo más, cuánto más he de pasar sin ti?
Uno, dos, tres días. Cinco, seis, siente años...

(Date prisa Dios, llévame junto a mi musa,
tráela aquí a mi lado antes de que ya no tenga razón,
que mi corazón quede vacío, hazme estar con ella,
antes de que mis pensamientos ya no sirvan sino para lamentar esta miseria.)

Quisiera decirte como no tenerte me destroza en las entrañas;
pero no puedo, por que es tan inefable el sentimiento de tu ausencia;

esta lejanía de ti mi ata de manos, quisiera correr hasta ti
pero mis píes ya no responden.

(Dios, dame la fuerza, tú eres grande y tu bondad todavía más,
permite que la esperanza que me das pueda más que el suplicio
que me invento.)

Quiero verte contenta,
uno de estos días, cuando por fin venzamos la distancia,
voy a tomar tu cintura, besaré tus labios y seré dichoso.
Sé que es inevitable, pero soñaré con no apartarme de ti otra vez.
Hoy en día, con tu vida y con la mía, eso es imposible,
pero no lo será por siempre, y entonces; seremos.

Como una muralla que no se puede escalar,
estar frente al pelotón de fusilamiento.

Es como una vía abandonada; ya sin trenes.
Es como morir a secas.

Instagram photo: mitch_geiser

sábado, 26 de enero de 2019

Del luto.

No puedo ahora mirar hacía atrás. Hay cosas, muchas en mi pasado que hacen que mis lágrimas broten cuando miro, cuando mis ojos se enfocan en lo vivido; en lo perdido.
Dicen sabiamente los psicologos, que debes de soltar, dejar ir. Dicen que debes enfocarte en el futuro, en todo lo que tienes por ganar.
Yo, a mi edad de cuarenta años, soy uno de los psicologos que lo dice, con la edad, llegas a comprender muchas cosas, que el amor que has sentido antes es lo único que hay, que la felicidad son momentos. Que el dolor, el sufrimiento, de alguna manera abstrapta es también felicidad.
Yo, les digo a mis pacientes que está bien estar triste, que aprenderan a vivir con su problema y que llegará el momento en que puedan mirar hacia atrás, y recordar alegres, por los lindos recuerdos, pero sin sentir el dolor de la perdida. Pero en realidad, el dolor no pasa, no lo demuestras, me gustaría a veces abrazarles, tengo nostalgia en mi corazón, como todos. Eso está bien, sentir la perdida y lo lindo del recuerdo a la vez está bien, quisiera decirles que nunca dejen de sufrir, que llorar y extrañar aquello que más quisimos es lo que nos define como humanos.

Quiero suponer que escribí bien este mensaje, me gustaría creer que está botella de vodka no ha alterado en nada mi pequeña habilidad de raciocinio (tal vez otro trago, solo uno más).

Cuarenta años, creí estar preparado para ahora, linda, no lo estoy.
Creí poder, en verdad creí que podía, evitar esta crisis de la mediana edad.
Parece que al final solo hace falta un detonante, amor, no te enojes conmigo, será solo otro trago, tan amargo como tu partida.
Los niños están con sus abuelos, vivirán allá un par de semanas, lo he pedido de favor, necesito estar solo, necesito saber si esto que tengo sin ti realmente es vida.
Amor, no tienes que decirlo, debo ser fuerte, hay en esta vida cosas mucho más allá de ti y de mí. Más allá incluso de mi legado por el que he trabajado tanto y no consigo (sé que no falta mucho, bien se podría estar consolidadndo mientras termino de vaciar esta botella, no te preocupes vida, tengo una más justo en la cocina, sonara machista, pero extraño verte ahí, pararme en la puerta y verte cocinar, te amo tanto).

He  probado el veneno, el veneno del amor, en mi juventud probé el extasis del sexo, la adrenalida del amor a medias y prohibido, el dulce de una mujer. Pero contigo he probado el amor real, pleno y completo; ahora estoy celoso de Dios, porque te tiene con él y no conmigo. No lo maldigo, por el contrario le alzo mi oración y lo alabo más que nunca; sé que sabrá cuidarte y te hará mejor de lo que ya eres, te hará incluso, por imposible que parezca, todavia más perfecta, y entonces, cuando estés lista me llevará con él; y me llevará también a nuestro encuentro último y definitivo, en el que estaremos juntos para siempre (el primer trago de la botella nueva, por tu descanso); entonces no volveremos a separanos.


Foto del maestro Bukowski.

martes, 15 de enero de 2019

Charly Magaña.

Cuántas veces hemos vuelto la mirada, con esperanza de que el viento fueses tú?
Habríamos hecho tantas cosas que hoy, se quedan inconclusas.
Ahora me levanto en las mañanas y pienso en ti, amigo.
Recuerdo contigo cada momento; cada lugar, cada gesto, cada asador cayendo,
luego de recordarlo pienso, una espalda más, una menos. Dime ahora si estás
yendo al lugar prometido por Dios? Charly, amigo: tú sabes que te quiero.

Mañana estaré con tu familia. Hermano, tú eres mi familia.
Ayer se abatió mi corazón, me destroza el mundo, no lo imagino sin ti; la
galaxia entera deja de tener sentido y aún así mi fuerza debe estar intacta.
Ahora tú vives en mi corazón, y éste latirá más fuerte, por los dos. El
ñuto de mi interior se ha de reparar en el recuerdo de tu ser.
Al caer, sé bien que me has de levantar y mis triunfos serán los tuyos.




Querido Charly, que Dios te guarde en su gloria.