miércoles, 20 de enero de 2016

Adiós al Distrito Federal.

-A la salud del distrito federal -dije a la nada, casi en un susurró, mientras encendía el cigarrillo entre mis labios.

No podía comprender lo sucedido, y ya siendo por esa causa, por qué no, un trago de vodka, cuando la cantinera comenzó a llenar el vaso de cristal por encima de la barra, comencé a hablar:

-En mi opinión meramente personal, el DF debería existir para siempre. Yo no entiendo tal tontería, hacer desaparecer al distrito federal, el distrito federal siempre a sido México en sí mismo, así como Guadalajara es sinónimo de Jalisco, así como tapatío es sinónimo de jalisciense, así como vuestros profundos ojos son sinónimo de misterio, como yo soy sinónimo de idiota, como el cigarro que me fumo de muerte, y como el que me presente en este bar todas las noches de que estoy enamorado -cada noche más que la anterior- de vos. Así el DF es sinónimo de la nación.

Dicho esto, tomé el vodka de un sorbo, ella sonrío, una vez más esperaría hasta la madrugada para ir con ella a anidar en la cama del morbo. Ella se fue, pero yo segui pensando, era una idiotez mandar al DF al olvido, uno había nacido, había credido y se había educado con la esperanza de la libertad. El DF, era la libertad, ibas a la escuela y te decían "panchito, tu país está compuesto por 31 estados y un distrito federal", y eso era libertad, eso te hacía pensar que podías pertenecer a cualquier cosa, así como el DF al país, y no ser como el resto de las personas que se embargan en aquello tan común como existir, eso era lo que te decía que podías no ser sólo uno más de los estados.


El DF muere en esta penosa fecha -esto lo pienso mientras pido la segunda copa, está vez de coñac-, y con el muere una parte inolvidable de la historia, la libertad del ángel ahora se ve atada, sus alas ya no se despliegan, el lugar lleno de historia y cultura desde 1824, aquel que el mundo conció y se dio a conocer fallece.

Después de mucho pensar la situación resuelvo: que por mí, se puede ir a la mierda el mundo.



Ahora voy de la mano del morbo a distraerme de tan penosa y ridícula circunstancia...




jueves, 14 de enero de 2016

Big Bang: Burbuja en el Mar.

Una gran explosión, un punto lleno de nada, y nada es mucho a decir verdad, un vacío eterno condensado en un maldito punto lleno de energía o algo similar, de energía negativa por llamarlo así, en este caso el vacío está lleno de más vacío, es como poner un -4 metros cuadrados en el área de una casa inexistente, por supuesto que no existe, pero no es 0, así que no sólo no existe sino que el mundo se está volviendo loco. Algo similar le pasa aquí, un punto formado por energía negativa es igual a un punto infinitamente pequeño hecho por un vacío incuantificable creado por una congestión de vacío en el cuerpo de la nada.




Es impresionante todo esto, pensar siquiera en la posibilidad de lo posible, y de lo improbable, le lo improbablemente posible y lo probablemente imposible. Resulta imposible creer que de la nada se pueda crear un todo, pero se crea, o se creó o se creará, según se acepte o se rechace la teoría, de que así es el mundo, el universo y los universos.

Una explosión es jodidamente magnifica, de la nada nace el todo, un universo entero se crea en apenas una unidad de medida del tiempo tan pequeña que ni siquiera cronos sabía que se podía tener, con un diámetro de energía, energía que conforma un universo, de 25 mil años luz y todo lo que conlleva dentro se forma en apenas una billonésima de billonésima de billonésima de segundo.











Sigue la inflación indefinidamente y para siempre, o para nunca, porque está explosión de la que hablo tiene un nombre, “Big Bag”, entonces, su finito infinito es su contra parte y la hora final del universo y los universos (o mejor dicho y la billonésima de billonésima de billonésima de segundo final) es el “Big Crunch”.

Multiuniverso: Teoría que propone la existencia de millones de universos. Algunos albergarían duplicados nuestros, otros estarían dominados por extrañas fuerzas de la naturaleza. En algunos universos la fuerza de la gravedad sería tan grande que estos mundos colapsarían en poco tiempo, otros existirían por siempre, mientras otros estarían vacíos, algunos tendrían estrellas pero no planetas, y hasta algunos estarían habitados por dinosaurios, criaturas diversas y todo ese tipo de cosas.

Alexander Vilekin, uno de los mentores de esta teoría arguye que en los multiuniversos se forman constantemente nuevos universos como burbujas y que cualquier cosa no prohibida por las leyes naturales es capaz de existir. Lo que no se sabe es si el universo que habitamos fue elegido por el azar o la necesidad. Empero nuestro universo pertenece a la normalidad estadística.
   

Bajo esta idea, y en supuesto de que los universos existen de manera paralela en segundo del primero y éste del tercero y así indefinidamente hasta llegar a todos o no terminar jamás aunque termine, uno se pregunta si el “Big Bag” de los universos ha sido simultaneo, y si el “Big Crunch” lo será.

En este caso, somos como una burbuja en un infinito mar de universos.

En lo personal, a mí me encanta esta burbuja.


jueves, 7 de enero de 2016

Las Sombras de la Noche.

Esta es como cualquier otra noche, el cielo está estrellado, tu casa esta oscura, no hay más luz que la de la pequeña habitación en que ahora escribes, tu familia duerme, sólo tu estás despierto, vencido ante el envolvente frío de la noche, esperando el amanecer.

Son las dos treinta de la mañana, y por alguna razón te levantas, quieres tomar aire, quieres subir a la azotea y mirar el cielo estrellado de invierno. Abres la puerta para salir al patio, algo parecido a un espejismo pasa por tus ojos a la hora de salir, de hecho, tu no estás seguro de que no sea más que un espejismo.

Una silueta a cuatro patas, la vez como huyendo, tratando de escapar en silencio. Lo hace, en tu mente piensas otra vez que lo has soñado, que eso no pasó, pero aun así observas, desconcertado, confuso quizás por el viento, en la dirección por la cual se marchó aquella figura.

Los ojos de mirada extraña siguen mirando hacía la calle, con ellos, vuelves a ver una sombra atravesada en tus pupilas, piensas que probablemente sea la misma, aun sin saber si lo soñaste, si todo aquello que seguía pasando era o no parte de tu imaginación, miras, miras, mira, ¡miras!, todo el mundo te confunde. Hay algo en las madrugadas de invierno que hace que todo sea difuso, distante en ocasiones, te pierdes en tu pequeño mundo y ya no ves la realidad a veces. A estas horas ya no sabes si lo que está pasando está pasando o lo estás soñando.

De pronto entiendes lo que pasa, te pones alerta, miras como la sombra no es sombra sino bulto, bulto de humano apenas. Y estaba en tu patio cuando saliste, y seguramente no pensaba tocar la puerta de la entrada y pedir azúcar o café o decir que quería hablar de Dios, esas cosas se hacen en el día, ese animal -que probablemente lo sea, aun no estás del todo seguro en realidad-, se había metido a robar.

-Ya te vi pendejo -dices, y entonces el bulto se recorre hacía la barda para que no lo veas, y ahí lo sabes, es una persona, y además es idiota, porque se pudo haber ido sin más y nunca nadie habría sabido quien era, porque no lo habías reconocido.

Abres por fin la puerta que da a la calle y lo miras y le preguntas qué pasa.

Él se pone en dos piernas, sorprendentemente sabe ponerse en dos piernas, pero tú ya lo ves como un animal, porque así es, hay animales que se paran en dos piernas y carminar erguidos y conocen el dialecto de los hombres, se parecen mucho a los seres humanos pero no son más que mierda, tú aún así lo piensas como animal, intentando no ofender a ninguno con tu comparación.

Primero te pide perdón por haberte levantado, se disculpa por haber perturbado tu sueño, y después alega que su perro se le ha perdido. Le preguntas lo más educadamente posible que hace entrando a tu casa en lugar de buscarlo.

-Es que entró ahí- dice él.
-Entonces no está perdido -sentencias. Para después agregar-: Pero yo no lo vi, seguro que se habrá confundido, él no está aquí. Además sin importar el despertar a alguien, creo que hubiera sido prudente llamar a la puerta.
-No -comienza a decir-, yo lo vi como entro -seguro que lo vio, seguro que te chupas el dedo y que el invierno es la parte más caliente del año.
Pero lo entiendes, sabes que había tomado un camino sin retorno, que la única manera de que vuelva a casa es siguiendo el juego, hacer como que crees su mentira.
-Bueno, como he dicho antes debería de haber tocado, también sé que lo hará en la siguiente oportunidad, pero no he visto al perro, de verlo prometo echarlo a la calle para que se reencuentre con usted en la mañana, por ahora debería dormir.

En un último acto de cinismo te agradece, te dice que es verdad, que está cansado y que lo más conveniente será irse a dormir, que ya aparecerá el perro en la mañana.

Y se va, y la vida vuelve a bruma y a niebla, y cuando lo piensas te parece imposible tanto grado de cinismo. Pero estás cansado y decides que será mejor que también duermas un poco. Y vas a arroparte bajo el calor de las sábanas en tu cama y duermes. A la espera del amanecer.


Noche estrellada. Vincent van Gogh.



miércoles, 6 de enero de 2016

Conversaciones conmigo mismo.

En ocasiones ya no sé ni qué decir.
No obstante,
Hay veces en que lo que no puedo hacer es callar,
cerrar la boca un rato.
Y hablo y hablo
y sigo hablando.
Hablo más todavía,
lo peor es cuando
me pongo a hablar conmigo,
porque nunca me canso de escuchar.

Puntos suspensivos.



























...

sábado, 2 de enero de 2016

De la nada.

A ti te gusta mucho el negro, el negro es definitivamente tu color favorito, alguna vez alguien preguntó porque, y vos pensaste, no había nada, no había porque ni razón alguna, no había nada. El negro es la ausencia del color, ¿te gusta el calor o el frío?, tú, sin miedo a equivocarme prefieres el frío, el frío es la ausencia misma del calor, el frío es nada, el frío en sí mismo no existe, pero existe (así de complicada es la ausencia), la oscuridad no es oscura, pero no alumbra, la sombra no es sombra y tú no eres tú sino una metáfora que uso para escribir ahora mismo, oscuridad es ausencia de luz, tú metáfora, ausencia de ti mismo, tú serás tú cuando me leas, pero solo mientras tanto eres ausencia, y lo seguirás siendo cuando termines de leer, y volverás a serlo cuando lo recuerdes para dejarlo justo al momento del olvido, eso aún me tiene confundido, ¿la nada es el olvido o la memoria? No logro responderme si el olvido es la ausencia de memoria, o por el contrario, la memoria es la ausencia del olvido, yo me inclino más por lo segundo, ah, pero vos no debes dejarte influenciar, tú eres libre de pensar lo que tu quieras.

Pero después de pensar en que crees que no hay nada por lo que te guste en especial el color negro, te das cuenta que la nada es la respuesta, la ausencia, el negro es el color inexistente en sí mismo, es la nada, simplemente nada, simplemente ausencia, cómo se define la nada, cómo definir lo que no se ve, lo que no se toca.

La nada es simple, la nada es nada, pero hay un inmenso infinito de posibilidades tras la nada, la nada es compleja. Es infinitamente más complicada que el todo, por que el todo está ahí, pero la nada no, el todo se puede estudiar para obtener complicadas teorías, pero la nada no, nada es solo una idea, la nada no es más que una excusa que el ser humano invento para no aventurarse a lo desconocido.

La nada es eso que te carcome las entrañas en las noches de brutal melancolía, la nada es misteriosa, la nada es el amor, es el para siempre de los jóvenes enamorados, es la locura de los cuerdos que sueñan con cerdos suicidas y gallinas devorando halconees en pleno vuelo. 

La nada es eso, una emífera e infinita posibilidad de ausencia.