martes, 29 de septiembre de 2015

Cada mañana de invierno.

"Existen algunos momentos y ocasiones extrañas en este complejo y difícil asunto que llamamos vida, en que el hombre toma el universo entero por una broma pesada." 


-"Moby Dick"

Despertó, se sentía al borde el abismo, se sentía roto, agonizante e inútil. Se sentía a llorar, su alma se había roto como la tibia de su tía abuela a los ocho años montando bicicleta.

Sólo que era más complicado, porque la tibia por más que rompa nunca sana, en cambio, en el alma, la cara medial del sentimiento más largo que uno posee es frenética, te marca la vida para siempre o un rato, a él, lo haría para siempre.


Como cada mañana de invierno había salido a correr o caminar o quién sabe a qué, hacía bastante frío como para querer seguirlo y averiguar a que se había salido como cada mañana a las 4:30.

Volvió a las cinco, como cada día preparo café y me creía dormida, yo en cambio ya estaba lista para despertar y agradecerle que me haya traído el desayuno, pero no...

Salió nuevamente con una tasa de café y una carta de te amo en el olvido. Al momento decidí levantarme de la cama, todavía desnuda fui a la cocina, la cafetera vacía, ahí, junto a la vida de aquel hombre, también vacía, prontamente me vestí y salí a buscarle, las calles de la cuidad todavía oscuras a media madrugada, el sol aún descansando antes de la línea del oriente tras las montañas.

Cansada de buscar volví a casa, y él no estaba, ni comprendía como pudo irse sin decirme nada, ahora parecía otro hombre, era otro hombre, porque siempre fue espontaneo pero jamás fue más allá de los segundos, siempre su misma rutina desde que lo conozco, despertar, salir a las 4:30, volver a las 5, preparar café, dejar la cafetera andando y hacer el desayuno, dejarlo en la mesa de centro, quitarme la sabana, sentarse al borde de la cama y mirarme desnuda hasta que yo despertara, después de acercarme el desayuno, terminar y hacerme el amor, después bañarse e ir a la facultad, volver, llevarme a pasear por el parque tomados de la mano, platicarme de su día y preguntarme por el mío, volver a casa y hacerme el amor una vez más, después de eso dormir, despertar de nuevo y hacer lo mismo, me quería mucho, o me quiere, no lo sé, lo de hoy si que es extraño, tal vez necesita soledad, hay ocasiones en que un hombre debe replantearse la vida para poder saber lo que está haciendo, para no considerarse inútil e inservible. 

Aunque para él ya era tarde.

Desperté, era yo, yo completamente sola...

lunes, 28 de septiembre de 2015

Mirar hacia atrás, Tocar fondo, Tomar valor y retomar el viaje.

Porque cuando uno mira hacía atrás puede ver todo aquel camino que a recorrido y sentirse orgulloso, también puede avergonzarse o sentirse mal por todo aquello que dejo tirado, por las personas que olvido y por todo aquello que perdió.

Es por eso que los psicólogos recomiendan nunca mirar para atrás, pero no les hagan caso, miren, y vean todo lo que fueron capaces de hacer, de avanzar, miren el camino que les falta por recorrer y siéntanse todavía mejor, porque por más largo que parezca ese camino serán capaces de recorrerlo a paso firme, flaqueando en ocasiones e incluso agonizando aunque sea una exageración, incluso podrán morir varias veces y tocar fondo y quedarse ahí por unos días. Pero tengo la seguridad de que levantarán la vista, respirarán profundo y volverán a ese sendero de fascinación que es la vida y el eterno ir y venir de sus sorpresas.

Miren siempre hacía atrás, algunas cosas dolerán por haberlas dejado ir pero era necesario, vosotros mismos saben que con aquella cosa o persona su vida sería una serie interminable de lamentos a llanto ahogado.


Y cuando se sientan tristes por ello, pueden hacer dos cosas, preferentemente las dos, sentirse felices por tener el valor de haber dejado lo que ya los serviría para continuar en busca de sus camino, y por haber aprovechado al máximo todo aquello que tuviste mientras pudiste aprovecharlo.

Y mirar hacía tu alrededor y ver todo aquello que tienes en este momento y todo aquello que has conseguido, tener por seguro que lo mereces, porque lo mereces, porque trabajaste interminablemente por conseguirlo, y porque es el fruto de todo el esfuerzo que le imprimes a todo lo  que haces en la vida.

Ahora cierra los ojos, respira profundo, toma valor y emprende el viaje, porque esto, es sólo el comienzo.




domingo, 27 de septiembre de 2015

Dilema entre la moral y la moral.

Carlos está en un maldito dilema entre la moral y la moral, o algo similar, claro, esto si lo anterior tiene alguna clase de sentido.

Carlos tiene una novia, Cindy, en realidad no sé si sea o no una linda chica, yo no la conozco, y como he de suponerlo usted tampoco, el problema de Carlos radica en que le gusta (además de su novia), otra muchachita llamada Fryda, Sonia o Belén, aun no estoy seguro de su nombre, pero sé que es uno de esos tres.

El problema, intentando darle sentido a mi oración inicial, entre la moral y la moral radica en lo siguiente:

Su novia lo quiere mucho y él a ella, en este caso la moral digta que no la deje nunca jamás por nada del mundo o del tiempo o del juego de pelota que le encantaba cuando era niño.

Pero también, no obstante a lo anterior, Sonia (llámemosle así) lo trae todo tonto (probablemente así sea naturalmente), van a la misma prepa y él no deja de pensarla, yo también voy aquí y soy amigo de carlistos (así le decimos por un programa de televisión que veaíamos cuando jóvenes, pero en relidad se llama Joel), así que desgraciadamente debo pasar todo el día escuchando su puto dilema de si se queda con su novia o la deja por esta otra muchachita.


Yo le he pedido que por favor no me involucre, le dicho que soy su amigo y como tal no voy a solaparlo sobándole el lomo diciéndole que se tome su tiempo en decidir, como buen amigo hay que hablar con la verdad y lo más al chile que se pueda, esto claro sin llegar a la ofensa, le he dicho las dos opciones que tiene por delante (las únicas dos opciones que a mi parecer existen en una situación similar):

1.- O te quedas con tu novia y de dejas de mamadas, y la tratas como la princesa que ella es (a fin de cuentas toda mujer es la cosa más perfecta que puede existir).

"Si te enamoras de dos mujeres a la vez, quédate con la segunda, porque si amarás lo suficiente a la primera, no te habrías enamorado."

-Algún pensador cuyo nombre he olvidado.


2.- O la dejas y vas con todo con Sonia aunque al final te mande a la chingada, pero la dejas primero, no puedes estar con tu novia al mismo tiempo que lo intentas, para que si no funciona te quedas con ella, lamento tronarte la burbuja, pero lo correcto es decidir.

No he tenido muchas novias en mi vida, pero nunca he dejado a ninguna por otra, porque si estoy con ella es porque la quiero y cuando decidí estar con ella fue para no  dejarla ni decepcionarla jamás, y las pocas veces que yo he terminado la relación lo he hecho de frente, porque no me siento como me sentía, y no le hecho la culpa a ninguno de los dos, con el tiempo uno se da cuenta de que cada experiencia vivida te forma como persona de una manera sublime, o de una forma completamente asquerosa dependiendo como lo tomes.


Carlos no lo entiente, o todavía no decide, es un buen sujeto, pero es un idiota, un gran, gran idota.

Espero y lo piense, pero pronto por que la eternidad se le termina...

sábado, 26 de septiembre de 2015

Dormir Entre Las Sombras.

Estaré bien, si me das un minuto... un hombre tiene un límite, no puedo conseguir una vida si mi corazón no está en ella."

-Oasis.

No puedo conseguir una vida si mi corazón no está en ella...

¿Hasta dónde llega el límite de mi cordura?

Tengo cordura acaso, no puedo soñar, caminar a penas, tengo un hambre irremediable, te traigo ganas, a ti, quiero comerte a ti y a nada más.

No sé ni lo que dijo, tal vez uno o dos de estos días podamos dormir entre las sombras y soñar que soñamos con tener un sueño juntos y despertar y hacerlo realidad.

Por ahora, lo que me queda es morir, morir eternamente por el resto de la eternidad o el infinito o hasta las tres, después resucitar pensando en ti y volver a morir de un pensamiento.

Escucha, la música es cada vez más y más fuerte, uno... dos... tres... y tengo hambre, y quiero comerte a ti una vez más.


Sólo que por favor no me agobies, he decidido que necesito soledad, dame solo un minuto, después de eso estaré listo para comer o fumar o dormir  o morir o cualquier cosa, solo debo de pensar lo que hago, déjame saber que es todo esto porque me estoy perdiendo, me estoy perdiendo, ¿a dónde se ha ido mi cabeza?, las neuronas ya no piensan y mi corazón late por latir.


Necesito algo, tal vez un calcetín marrón y uno verde, pero no lo creo, necesito algo que vaya más allá del mundo, más allá de mí y de los mortales, y del mundo y de mí y de los mortales en el mundo en que yo habito.

Pero no lo sé, no tengo idea de lo que sea...