Hay pocas verdades absolutas en el corazón humano.
A veces tratamos de llenarlo con mentiras,
fingimos que esas verdades son el amor,
la bondad o la lealtad.
Yo solo conozco una verdad,
una que sin importar qué ocurra
es constante en el más bajo de los hombres
y en la más perfecta mujer:
La locura.
Qué placer estar locos y aceptar
que tal vez nuestro destino
no sea más que jugar a ser niños.
A veces tratamos de llenarlo con mentiras,
fingimos que esas verdades son el amor,
la bondad o la lealtad.
Yo solo conozco una verdad,
una que sin importar qué ocurra
es constante en el más bajo de los hombres
y en la más perfecta mujer:
La locura.
Qué placer estar locos y aceptar
que tal vez nuestro destino
no sea más que jugar a ser niños.
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