sábado, 25 de julio de 2020

Elí, Elí, lamá sabactani

"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Mateo 27:46

En el reflejo del agua se mira la felicidad de sus ojos, llenos de amargura.
Quisiera volver el tiempo, cambiar el inicio del mundo y decir:
Dios no existe.
No se puede volver,
el final esta escrito y dios,
padre de todo, nos observa.

Dios, mira mi tristeza de hombre,
apiádate de este lacayo tuyo
y permite a mi alma conocer
la alegría, la ilusión. El amor.

La flor se abre en primavera,
mi corazón se cierra y palpita,
el mundo se traslada alrededor del sol,
el dolor y sufrimiento; a través de mi interior.

Si yo tuviera fe,
le diría al dolor: cesa.
Y sería sanado.
Yo no tengo fe,
ni mi corazón amor.
No te tengo a ti, señor,
¿Por qué me has abandonado?


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