lunes, 29 de diciembre de 2014

El arte de comer galletas.

"Es un arte... como todo". 

 -Erick Quezada. 

Como es de suponerse, comer galletas en sí lo hace cualquiera, pero hacerlo bien, tal y como se debe, como es preciso, es un arte bastante difícil y complicado que no cualquiera puede dominar, sabes muy bien en que consiste este arte, pero no eres un artista ni planeas serlo, además, si de galletas se trata te gusta comer y ya, sin tener que presionarte por tonterías artísticas y esas cosas, sin preocuparte por nada, simplemente ir a la tienda y claro, porqué no, coquetearle un poco a la linda chica que atiende, estar platicando con ella unos minutos hasta que su madre sale desde una una puerta y ni modo, dejar el cortejo de lado y pedir galletas, sentarte en una banquetita ubicada en frente de la tienda y comer, y comer olvidándote del mundo durante seis galletas, que a decir verdad es muchísimo tiempo, y lo recuerdas porque la linda chica de la tienda repentinamente está a tu lado, y le ofreces una de las dos galletas que aún están en el paquete que compraste, ella te sonríe y la toma, la invitas a sentarse y lo hace, platican un par de horas, que a decir verdad dos horas con una lindísima chica es carecer de tiempo, pero su madre le llama desde la tienda y ella tiene que irse y no volver, y ambos saben que no se verán de nuevo, ella te mira a los ojos, sonríe, besa tu mejilla y sin decir palabra alguna se marcha. Y vos, vos te quedas ahí unos minutos a extrañarla, después emprendes tú camino, separado a el de ella y sabiendo que nunca más se volverán a cruzar. Suspiras y tu vida sigue.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario